Crónicas

DEL CASINO DE MELINCUE AL LAVADO DE DINERO / Jorge Cadús
LA RULETA DEL BLANQUEO

Las noticias que hablan del comercio y consumo de drogas en la región tienen un costado ausente: las rutas de las sumas de dinero que resultan de esos negocios. Un circuito de plata fresca que cotidianamente ingresa en el sistema financiero "legal" a partir de inversiones en negocios inmobiliarios, hoteles, bienes de lujo. Y que necesita resortes de blanqueo dinámicos que habiliten ese ingreso. Lo que sigue es un adelanto del trabajo "La Transa. Crónicas del narcotráfico"; del autor de esta nota, con la historia del Casino de Melincué, sus orígenes, sus ganancias, su mirada sobre la región. De Carlos Reutemann a Antonio Bonfatti: cómo ese emprendimiento que concentra 2.000 personas por día en un pueblo de 2.500 habitantes transformó la geografía social, política y económica de estos arrabales.


En nuestra región, el narcotráfico es una cadena de comercializaciones. Una economía informal, donde circula dinero fresco, montada sobre las rutas abiertas por la compra-venta de granos en negro. Y como en todo sistema de esas características, sea legal o sea ilegal, se hace necesario distinguir entre empresarios, intermediarios y trabajadores.
Tal y como lo plantea el criminólogo Enrique Font, "es una economía que tiene gente que invierte su capital, que lo arriesga, y que se lleva las ganancias. Hay quien aporta contactos y logística. Y hay quien sólo puede aportar su fuerza de trabajo: algunos con buena remuneración; otros, precarizados".
"La tan amplificada lucha contra las drogas está descargando toda su artillería represiva -judicial o militar- sobre los eslabones más precarizados de la cadena comercial. Muy difícilmente se llega al que arma el circuito comercial, al que distribuye, al que lava el dinero y lo ingresa al mercado financiero legal", precisa el especialista.

EL PROBLEMA DE BOUDOU
"Las palabras de Amado Boudou rebotaron en las paredes del Salón Illia. Un puñado de periodistas, a los que había convocado una hora antes por medio de la agencia oficial Télam, tomaba nota.
Era jueves 5 de abril de 2012.
El Congreso había entrado en asueto administrativo por Semana Santa, pero Boudou lo hizo abrir para montar su improvisada conferencia de prensa.
El funcionario volvió a mirar sus cuatro hojas de notas escritas a mano.
'Mi problema no es Ciccone, mi problema es Boldt. Todo esto tiene otros lazos: hay una persona, el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi. Me vino a ver a mi despacho y me dijo que estaba muy preocupado porque el señor Antonio Tabanelli me iba a destruir, pero que yo podía arreglar con un número. Obviamente, le dije que no me interesaba'.
El Senado estaba semivacío. El vicepresidente habló solo durante cuarenta minutos y no aceptó preguntas. Ningún funcionario del gobierno nacional lo acompañaba".
Así comienza el libro "El Poder del Juego", de los periodistas Ramón Indart y Federico Poor, dedicado a desentrañar el negocio de casinos, bingos y loterías a lo largo del país.

El negocio movió $105 mil millones en el año 2013. "Tres veces y media la recaudación anual de Telecom; un mes y medio la recaudación de impuestos del Gobierno Nacional; casi la totalidad de subsidios para la energía y el transporte de 2013; diez veces el monto que se destina a la Asignación Universal por Hijo", detallan Indart y Poore.
Sin embargo, no es un buen negocio para el Estado, porque "de $100 que recaudan las máquinas, sólo $5 quedan en el Estado provincial"; sumado a que la mayoría de los concesionarios -entre los que destacan las firmas Boldt, Codere, Cristóbal López y el Grupo Roggio- "tributa sobre lo que dice ganar".

Antonio Tabanelli es el presidente del grupo Boldt, la firma controlada en un 91% de acciones por su familia. La empresa, que a lo largo de 75 años se especializó en la impresión de documentos de seguridad, billetes y cheques, desembarcó luego en el negocio de los casinos para encarar -hacia el año 2007- la división de la compañía en tres áreas: Boldt Hoteles y Casinos, Boldt Gaming y Boldt SA. Ésta última continúa la actividad tradicional como imprenta, mientras que Boldt Gaming abarca el negocio de conexión de apuestas on-line.
De las tres firmas, Boldt Hoteles y Casinos es la niña mimada que representa el 70% de los ingresos del grupo. De acuerdo al Informe confeccionado en el 2008 por los diputados Walter Martello y Maricel Etchecoin Moro, la familia Tabanelli "participa como empresas vinculadas en: Nuevo Puerto Santa Fe; Parking Colon; Casino Victoria, 7 Saltos, Casino Puerto Santa Fe, Erich Utsch Sudamericana, Naranpark, Servicio .Transporte de Infraestructura, Casino Trilenum (Tigre), Consorcio Vital, Viba SA, Casino Melincué e Inmobiliaria Melincué SA".
En el año 2012, el grupo declaró una facturación anual superior a los $1.350.000.000.

LOS KIOSCOS DE BOLDT
Boldt -la empresa señalada nada más y nada menos que por el vicepresidente Boudou- es la firma titular de la explotación por 30 años de los casinos de Santa Fe y Melincué; y ha tejido sus negocios con el Estado santafesino desde hace veinticinco años. Desde los beneficios del juego a la impresión de la boleta única en el 2011; de los sorteos del Quini 6 al diseño, fabricación y provisión de 150.000 etiquetas autoadhesivas para la Agencia Provincial de Seguridad Vial, modesto negocio otorgado por el decreto 1137, firmado por el gobernador Antonio Bonfatti y los ministros Raúl Lamberto y Angel Sciara, en agosto último.
La firma nacida en 1933 como imprenta de billetes y cheques hizo pie en la provincia de Santa Fe en 1991. Fue el entonces gobernador Carlos Alberto Reutemann quien otorgó a Boldt, por adjudicación directa -es decir, sin mediar un proceso de licitación- la concesión del procesamiento de los juegos de la Lotería de Santa Fe, que incluía el Quini 6, la Tómbola y la quiniela. Cuatro años después, la concesión se renovó, pero con un aumento sustancial en la cifra tope de ganancias de la empresa.
Las buenas relaciones abarcaron la década larga del reutemismo en el poder santafesino. El 3 de noviembre del 2003, a poco más de un mes de terminar su mandato, Reutemann firmó un convenio, gambeteando otra vez la licitación, que garantizó los trabajos de "instalación, operación y mantenimiento del sistema de apuestas" a Boldt durante ocho años.

La llegada del Frente Progresista al gobierno santafesino acrecentó los negociados de la empresa de Antonio Tabanelli: en el 2011, Hermes Binner le adjudicó -una vez más sin licitación- todos los trabajos de impresión del sistema de Boleta única. Para ese menester, Boldt conformó una sociedad con el grupo Clarín y el diario El Litoral.
Dos años después, el Decreto 2462, firmado por el gobernador Antonio Bonfatti le adjudicó -hasta el año 2018- la prestación del "servicio de captura de apuestas mediante terminales fijas en línea y en tiempo real y servicios complementarios para juegos comercializados y aquellos que decida comercializar en el futuro la Lotería de Santa Fe".

En el camino, los pedidos de informe, los reclamos y las sospechas también cruzaron de bando.
En 1999, el diputado provincial socialista, Alfredo Cecchi, estableció en un informe que la firma era beneficiada porque "en rigor funciona como caja negra que abastece a sectores políticos".
Casi trece años después, en julio del 2012, los legisladores justicialistas María Eugenia Bielsa y Gerardo Rico -entre otros- dieron forma a un Pedido de Informes acerca de "la relación contractual existente entre la caja de Asistencia Social de la Lotería de Santa Fe y las empresas Boldt SA, Boldt Gaming y Boldt Impresores", y pusieron la lupa sobre los contratos firmados por Enrique Ucedo (Director general de Lotería), Rodolfo Tasca (representante de Boldt) y Daniel Sorrequieta y Sergio Beccari, referentes -en distintos momentos- del Estado provincial como vice presidentes ejecutivos de la Caja.

UN CASINO EN MELINCUÉ
Fue el gobernador Jorge Obeid quien, en mayo del 2006, firmó el decreto aprobatorio de la adjudicación de los Complejos de Hotel Casino y Centro de Convenciones a construirse en Melincué al Consorcio de Empresas Boldt e Inverama, con una inversión propuesta de más de $31.000.000 en infraestructura y equipamiento.
El 28 de septiembre de 2007 se inauguró el Complejo Turístico en la localidad del sur santafesino: una superficie cubierta de 4.320 metros cuadrados; un Hotel tres estrellas de 30 habitaciones; Centro de Convenciones para 500 asistentes; y Casino con 15 mesas de paño, 15 de Bingo y 100 máquinas tragamonedas.
En el camino quedaron, una vez más, las sospechas por la falta de transparencia en la licitación (Boldt se quedó también con el Casino de Santa Fe, mientras que Casino Club se hizo cargo del de Rosario); las denuncias por especulación inmobiliaria de referentes políticos de la región; las dudas generadas por el sistema de bombeo que puso el nivel de aguas por debajo de la cota histórica; y la demanda de estudios serios de impacto ambiental derivados de la construcción y funcionamiento del Complejo en un ámbito como el humedal de Melincué.
En septiembre del 2008, Antonio Tabanelli llegó al Complejo junto a Pablo Güel, de la firma Inverama; y el asesor Guillermo Gabella. Fue para el primer aniversario del emprendimiento.
"Impresionante lo que ha cambiado Melincué. Hace tres años que vengo y ahora no tiene nada que ver", declararon entonces. Y confirmaron que "nuestras expectativas fueron superadas".

LAS GANANCIAS DEL CASINO
De acuerdo a la propia "Memoria y Estados Contables al 31 de octubre de 2014" de la firma, "los ingresos del ejercicio 2014 fueron un 25,65% superior a los generados en igual período del año 2013. Los ingresos de máquinas han sido un 25% superior a los del ejercicio anterior. Dicho incremento ha sido motivado principalmente por la instalación de 41 máquinas tragamonedas de última generación".
Al mismo tiempo, en relación al año anterior los ingresos de mesas " han sido un 26% superior"; el Área de Gastronomía tuvo ingresos que "han sido un 27% superior"; y en lo que respecta al Hotel "sus ingresos han sido un 39% superior a los del ejercicio 2013, con una ocupación promedio del 58%", sostiene la información oficial.
"Los excedentes financieros producidos por los resultados de las operaciones se colocaron en inversiones de corto plazo sumando, al cierre del ejercicio, un total de $ 2.588.880. También podemos agregar que durante el ejercicio se han pagado a nuestros accionistas la totalidad de los dividendos correspondientes al Ejercicio Económico 2013, equivalentes a la suma de $ 14.000.000, de los cuales se pagaron a Boldt SA la suma de $ 7.000.000, a Inverama SL la suma de $ 5.600.000, y a Invergaming Grup SL la suma de $ 1.400.000", puntualiza el documento.
"El complejo sigue teniendo una buena afluencia de público, con un promedio diario de 2.000 visitantes. Vale mencionar, que en la región se vive una gran incertidumbre, sobre las posibles medidas políticas, económicas, y financieras que pueda llegar a tomar el gobierno nacional, repercutiendo sensiblemente en el ánimo de nuestros clientes", analiza el Directorio; al tiempo que informa que "el monto y la composición del paquete accionario no sufrieron cambios. Se mantiene la participación de Boldt SA en el 50%, Inverama SL en el 40%, e Invergaming Grup SL en el 10% del total de las acciones".
En cuanto a los Resultados del Ejercicio, el Informe señala que "Casino Melincue SA cerró con una utilidad de $17.752.938 y contra estos resultados se han imputado honorarios a la Comisión Fiscalizadora por un total de $ 118.800 y a Directores por $ 211.200 en total", describe el documento fechado el 8 de enero de 2015, y firmado por el Directorio de la firma.
Ese Directorio está compuesto, desde el 7 de enero de 2014, por Antonio Eduardo Tabanelli (Presidente); Antonio de P. María Casabó Suqué (Vicepresidente) y Antonio Angel Tabanelli y Luis Federico Kenny (Directores suplentes).

NEGOCIOS LIMPIOS
"Un Casino es un lugar propicio para lavar narcodólares", sentenció el embajador norteamericano en Argentina, James Cheek ante la mirada atónita de Carlos Saul Menem. Corría 1994, y el entonces presidente soñaba con un Casino porteño al estilo Las Vegas.
Hacia septiembre del 2013, el presidente de la Fundación Argentina para el Estudio y Análisis sobre la Prevención del Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (FAPLA), Marcelo Casanovas, describe en una entrevista con la página web Apertura.com las formas tradicionales del lavado de dinero, y profundiza aquella sentencia del funcionario norteamericano.
"Cuando se hablan de las actividades para lavar dinero, hay que plantear dos escenarios: una organización criminal que genera flujos de cash todo el tiempo, por ejemplo, la venta de drogas; o una actividad aislada que generó activos, por ejemplo, el pago de sobornos. Para el primer caso, necesita una pantalla lícita", sostiene el especialista. Y detalla tres actividades clásicas a la hora de montar circuitos de lavado: "los hoteles, los cines y el juego".

En el caso puntual de los casinos, Casanovas señala que "la regulación argentina (norma 199/2011 de la Unidad Investigaciones Financieras) obliga al que explota un local de juegos de azar a identificar a quien gane más de $50.000. Es un control ex post, después del acto", dice Casanova.
Y certifica un proceso develado a este cronista por dos asiduos concurrentes al Casino de Melincué: "usted va al casino con $10.000.000 y los cambia por fichas. Al rato, sin haber jugado ni una vez, va a la ventanilla y pide volver a cambiar las fichas. Sin embargo, ahí recién el empleado del casino le exigirá sus datos. Así la persona puede decirle al Estado: los $10.000.000, que nadie conocía su origen, los gané en el casino".

CAMBIOS
La transformación de la geografía económica, política y hasta cultural de la región a partir de la llegada del Casino de Melincué, que puso en movimiento cotidiano una fenomenal masa de plata fresca, multiplicó también las cifras del tráfico de drogas; las denuncias por trata de personas y fomento de la explotación sexual de mujeres; la usura; y el lavado de dinero producto de la venta de cereal en negro y de los narconegocios.
En sintonía, las primeras inversiones que llegaron al proyecto, nunca explicitadas, comienzan a quedar hoy al descubierto a partir de una causa judicial que, en Andorra, tiene como imputado por blanqueo de capitales al hijo de un reconocido político catalán: Jordi Pujol Ferrusola.
Según la prensa española, Pujol "enviaba dinero en negro desde paraísos fiscales, al puerto de Rosario, donde presuntamente se blanqueaban esos fondos. Estas operaciones se produjeron hasta 2006". Ese dinero negro "se habría canalizado en otras inversiones en Argentina y México, que estarían vinculadas a la construcción y operación de salas de juego. Jordi Pujol Ferrusola promovió tres grandes complejos de ocio en Argentina junto al gigante del juego catalán, Artur Suqué Puig", sostiene la información.
Artur Suqué es el presidente de Inverama, socio de Boldt en la explotación del Casino de Melincué. "Que tenga en cuenta Suqué que gracias a nosotros y a esta inversión está en Melincué", escribió el propio Pujol a uno de sus socios.
En ese marco el Casino enclavado en el borde mismo de la mítica laguna se ha convertido hoy en una fuerte referencia a la hora del blanqueo de fondos ilícitos.


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Imagen: Archivo Postales



Jorge Cadús: Es periodista. Es redactor y editor del periódico El Prensa; y columnista de varias páginas web de noticias. Forma parte del grupo fundador del Proyecto de Comunicación Alapalabra, de Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario. Es autor de "Postales de un desierto verde" (Tropiya ediciones, 2004); "Un tiempo ayer ceniza. Historias de la dictadura en el sur de la provincia de Santa Fe" (EMR, 2006) junto a Facundo Toscanini; "Combatiendo al capital. 1973-1976. Rucci, sindicatos y Triple A en el sur santafesino" (EMR, 2009), en colaboración con Ariel Palacios; "La Transa. Crónicas del narcotráfico" (Grupo Editor Postales, 2015); "Los días que vivimos en peligro. La destrucción del trabajo en la región 2015/2018)" (La Chispa, 2018) y "Alcorta: La ciudad invisible" (Grupo Editor Postales, 2019). Obtuvo dos veces el Premio Ciudad de Rosario por estos trabajos. En TV fue director periodístico de "Audiencia Debida. Crónicas del sur"(2000/2002); "Estación Sur. En los rieles de la Patria" (2010/2011) y "Tercer Tiempo. El relato salvaje" (2013/2015); todos en la señal Cablevisión Alcorta / Sacks Paz Televisora. Por esos programas obtuvo los premios ATVC 2001 y ASTC 2003 como mejor programa periodístico; y el Premio Juana Manso 2011 por su abordaje de las problemáticas de género. Desde el año 2006 a la fecha ha dictado en numerosas escuelas de la zona charlas y talleres abiertos sobre el terrorismo de Estado en la región. En el 2011 fue distinguido con el Premio Regino Maders por su trayectoria periodística y su compromiso militante.