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EL DESAFIO DE LA ECONOMÍA POPULAR / Mercedes Amarillo
EL RENATEP EN ALCORTA
El Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (RENATEP), motorizado por el gobierno nacional, busca “reconocer, formalizar y garantizar los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular para que accedan a herramientas que les permitan potenciar su trabajo”. Ser parte del mismo permite acceder a programas de trabajo, seguridad social y capacitación; participar de redes de comercialización y tener acceso a herramientas crediticias y de inclusión financiera. Pueden inscribirse todos aquellos y aquellas “que realicen actividades en el marco de la economía popular como vendedores ambulantes, feriantes o artesanas; cartoneras y recicladores; pequeñas agricultoras y agricultores; trabajadoras sociocomunitarias y de la construcción; quienes trabajen en infraestructura social y mejoramiento ambiental y pequeños productores y productoras manufactureras, entre otros rubros”. En Alcorta, ese Registro permite conocer un mapa del trabajo informal, y sus protagonistas.
La nueva normalidad nos atraviesa. Nos transforma. Nos expone. Después de cuatro años de neoliberalismo que dejaron muchas secuelas, la pandemia llegó para agudizarlas. La brecha de desigualdad es cada vez mayor y los sectores populares no han sido la excepción en este contexto. Si el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), los créditos y otras ayudas a PYMES han permitido que el trabajador formal sea asistido por el Estado, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) -implementados desde el gobierno nacional- trajo un bálsamo de refrigerio al sector informal, pero no alcanza.
La construcción de herramientas donde el trabajador de la economía popular pueda lograr posicionarse, ganar derechos, entrar en la rueda comercial y ser reconocido como tal, es una lucha que desde hace tiempo diferentes organizaciones sociales tenemos como premisa. El Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (RENATEP) es ese resultado y hoy permite por lo menos iniciar un camino donde cada trabajador y trabajadora pueda conquistar sus derechos.
El registro en Alcorta, con operativos en los barrios, en la sede del Movimiento Evita o a través de la plataforma virtual disponible, arrojó datos interesantes sobre el cuadro laboral de nuestra localidad.
De un total de 320 personas inscriptas hasta el mes de septiembre del 2020, un 58% corresponde a mujeres, 42% hombres y 0% trans.
La etapa de vida en la que se encuentran la mayor cantidad de personas del sector es un 66% de adultos jóvenes (entre 20 y 40 años), 29% adultos maduros (40 a 60 años), 4% adultos mayores (más de 60 años) y 1% jóvenes (menos de 20 años).
Entre las ocupaciones más desarrolladas se encuentran: 30% construcción e infraestructura social, 24% servicios personales y otros oficios, 24% industria manufacturera, 12% servicios socio comunitarios, 5% agricultura familiar y campesina, 3% recuperación y reciclado y 2% comercio popular y trabajos en espacios públicos.
La economía popular es parte del desarrollo de nuestro país, de nuestra localidad.
Pensar que sean posibles leyes que tengan en cuenta estas formas de trabajo, es parte del desafío para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
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Mercedes Amarillo: es referente del Movimiento Evita Alcorta. Formó parte de la lista de candidatos a diputados y diputadas provinciales del sector en las elecciones del año 2019.